El fin de semana del 21 y 22 de Junio se ha celebrado el primer Campeonato Vasco de Velocidad en circuito, en el circuito francés de Pau Arnos. El campeonato se dividía en las categorías de 600, 1000, clásicas y resistencia.

Nosotros corríamos en clásicas con la RD350, en la categoría que los franceses denominan Post-Classic 350. La carrera iba a coincidir en pista con el Campeonato Francés, organizado por la gente de VMA . Finalmente, a unas pocas semanas de la carrera decidieron cambiar la misma al circuito de Le Vigeant, por lo que la carrera se limitaba al Campeonato de Euskadi y la Liga regional de Aquitania

         
 

A esta carrera no podía venir Enrique, por lo que estaba yo sólo en representación del equipo. Al llegar al circuito el viernes por la mañana, me instalé compartiendo carpa con mi amigo Alan Vilches (Yamaha R6 de Frenos RPM), con la intención de que se me pegara algo de los pilotos rápidos.

La moto estaba lista para la carrera, y esperábamos haber solucionado todos los problemas eléctricos que arruinaron nuestra última carrera de Cartagena.

         

Sobre el mediodía llegaron los amigos de Málaga/Murcia/Barcelona, que se animaron a subir para correr con la RD350 en clásicas y una KTM en Resistencia.

Durante el viernes estrené el nuevo asfaltado del circuito de Pau Arnos, que me pareció impresionante para el agarre de los finos neumáticos de nuestra RD. La moto en pista se sentía muy bien, pero andando en el box fallaba mucho abajo, lo que comprometería mucho la salida. Este día aproveché la presencia del malagueño Fernando (B52), y soltamos media moto para analizar los diversos fallos que podía tener la preparación de la moto. Fernando es un tío que lleva mucho tiempo con la RD, y eso se nota. ¡Gracias Fernando por tus clases gratuitas!

         
 

Al final del día, montamos las tiendas en la zona de acampada, y después de un cena que se alargó bastante, nos fuimos a dormir.

A la mañana se hicieron unas tandas libres, y las verificaciones técnicas. Durante la mañana Javi Delgado rompió la Guzzi, y supimos que no venía la gente del GG Team (Guzzi y RD350). Quedaban fuera unos alicientes importantes de la carrera. Faltaba por ver el rendimiento de los franceses.

En la tanda de entrenos cronometrados de la tarde, pude ver que mi ritmo era aparentemente más rápido que el del resto de los pilotos, lo que quedó confirmado con la pole, separado por más de 6 segundos del segundo clasificado.

 
De los participantes en el campeonato de Euskadi, estaban los asturianos Cuervo (Morini 500) y Villazón (Bultaco) en 3º y 8º posición, el vizcaino Faustino Hernández (Yamaha TZ350) en 6º posición y el catalán Jordi García (Yamaha RD350) clasificado sin puesto, por problemas en los entrenamientos cronometrados. En total, 13 motos en parrilla.
 

Una sensación muy curiosa la de verse primero en la parrilla de salida!!

Como la arrancada de la RD350 (sin válvula de escape) es un poco delicada, decidí salir suave; llegué a la primera curva en cuarta posición. Tenía delante un francés con una Kawasaki tricilíndrica, y el asturiano Cuervo con la Morini. Les pasé en cuanto pude, y me fui a por el chaval de la Suzuki, al que pasé en la curva de bajada.

Tiré un poco durante las 2 ó 3 primeras vueltas, y viendo que la distancia era suficiente, bajé el ritmo para cuidar de la mecánica de la RD.

 
   

 

Poco a poco fueron pasando las vueltas, y finalmente el Director de Carrera me enseñó la bandera de cuadros, y ¡¡ VICTORIA!!

         

La carrera no fue como me la había imaginado, pero al fin y al cabo, se consiguió la victoria en el Campeonato de Euskadi, algo realmente impensable a priori.

En el podio, la alegría se me nota de lejos. Lo que había empezado como cachondeo, se había convertido en algo que, al menos para mí, se convertía en algo importante.

Ha sido un fin de semana precioso, ya que al buen ambiente que hemos tenido en los boxes, se han unido unos muy buenos resultados deportivos (Alan y Antton 2º y 3º en 600, Martin 2º en 1000).

 
         

Al final, recoger todo, y de vuelta a casa, después e despedir a los del sur, que tenían una buena caminata por delante.

         
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